¿Aprender música al revés? parte #1
No importa si fuimos a la escuela de música o al conservatorio, o a ninguna escuela, o si estudiamos por nuestra cuenta durante años, pero cuando se trata de eso, siempre hay un problema: nuestros solos son mediocres, o apestan, o no podemos pensar en nada...
No es eso ¿ESTAMOS TRATANDO DE APRENDER MÚSICA E IMPROVISACIÓN AL REVÉS?
Leemos libros de teoría, elAprendemos escalas, estudiamos tríadas y arpegios en cada tonalidad, memorizamos Aprendemos progresiones de acordes y canciones nuevas, y luego intentamos improvisar pero no sucede nada interesante…
¿Te suena? Este es el enfoque estándar para la improvisación de jazz que se encuentra en escuelas, clases particulares, clases magistrales y estudios de todo el mundo. Es lo que hemos llegado a aceptar como "LA FORMA" de aprender improvisación.
Lo cierto es que este proceso de aprendizaje que se nos prescribe puede fácilmente Parece un buen ejercicioMezclar y combinar notas en progresiones de acordes. Claro, las canciones cambian, el estilo musical cambia con el tiempo, pero al final siempre nos enfrentaremos al mismo desafío: ctratando de juntar notas relacionadas, escalas, tonos de acordes, ritmos, para crear de alguna manera una idea musical interesante.
Es frustrante e inútil intentar inventar una idea de la nada usando solo teoría musical. Y por eso se oye a tantos estudiantes decir: "Siempre hago lo mismo, sigo usando las mismas escalas, ¿cómo puedo crear melodías y conectar acordes?".
Este problema es mucho más común de lo que imaginamos.
Viene del hecho de que nos enseñaron (o aprendimos por nuestra cuenta) el enfoque de la improvisación. ¡de lo contrario! Es decir, nos dijeron que comenzáramos con todos los elementos presentes en un discurso musical, sin aprender nunca cómo juntarlos, tratando esencialmente de hacer ingeniería inversa de solos fantásticos a partir de un puñado de reglas de teoría musical.
Este enfoque unilateral para aprender técnicas de improvisación genera mucha confusión y desalienta a todos. Ni siquiera estudiar a fondo la teoría y las técnicas de memorización nos ayuda a mejorar.
Sin embargo, no tenemos que empezar de cero cada vez que tocamos un solo ni resignarnos a combinar escalas y acordes. El modelo para crear grandes líneas melódicas y adquirir habilidades melódicas se encuentra en la música que escuchamos a diario.
El truco está en empezar por la información contenida en la música que escuchamos, en lugar de intentar llegar por casualidad partiendo de las reglas.
NO DEBES PONER LA TEORÍA MUSICAL ANTES QUE LA MÚSICA
Como se mencionó anteriormente, el enfoque típico común a muchos tipos de aprendizaje del jazz y la improvisación en general gira en torno a elementos individuales de la teoría musical.
Desde nuestra primera lección, nos sumergimos en un mundo de reglas y definiciones, convencidos de que así surgirán nuestras ideas musicales. La expectativa es que con suficiente repetición y suficientes horas de práctica, todas las piezas del rompecabezas encajarán.
Cuando llegue el momento de improvisar, pondremos toda nuestra fe en la suerte, esperando un momento de inspiración que transforme toda esa información en una frase musical.
Pero en esta secuencia, no tenemos ni idea de qué intentamos hacer; es decir, cómo usar musicalmente esta información teórica. Desconocemos las características de una melodía ni las habilidades específicas necesarias para crearla. Es un montón de información inútil por sí sola, sin instrucciones sobre cómo usarla, y no funciona, independientemente de lo que intentemos aprender.
Imagina darle a alguien los ingredientes para una comida de tres platos, sin darle la receta ni las técnicas de cocina. Imagina tirar los ingredientes sobre la mesa y decir: "¡Bien, manos a la obra!".
No harías esto esperando obtener buenos resultados, así como no le darías a un aspirante a escritor una lista de reglas gramaticales y esperarías que escribiera una novela superventas o un magnífico libro de poesía.
Del mismo modo, no se esperaría que un músico se pusiera a improvisar de repente como Charlie Parker tras aprender un par de escalas y progresiones de acordes. Incluso con horas de práctica y memorización, este enfoque no puede dar buenos resultados.
Recordemos que tener información no significa necesariamente que sepamos usarla ni que tengamos la habilidad para improvisar. Una escala es solo una secuencia de notas; no tiene instrucciones. ¡Aprender el alfabeto cirílico de memoria no significa que podamos dar una clase de física nuclear en ruso!
Es muy difícil para muchos músicos aceptar esto, pero simplemente comprender la teoría y estudiar escalas no significa que se puedan improvisar líneas melódicas. Hay que tener en cuenta que comprender el sonido de un acorde mayor no significa que se puedan tocar líneas melódicas sobre él, que tocar arpegios sobre una progresión de acordes no implica la capacidad de improvisar líneas melódicas, y que presentarse a tocar una pieza después de memorizar el tema y los acordes no garantiza un buen solo.
Cuanto antes nos demos cuenta de que la teoría es sólo una pieza del rompecabezas que encaja en el panorama más amplio de “por qué tocamos”, antes notaremos mejoras en nuestra improvisación.
PONIENDO LA MÚSICA PRIMERO
Es un hecho que todo músico necesita comprender la teoría y tener cierta técnica instrumental, pero improvisar requiere mucho más que eso. Requiere crear una melodía al instante, combinando toda nuestra teoría y técnica para contar una historia. Incluso si se nos ocurrieran buenas ideas, sería inútil desde un punto de vista musical si no contáramos nuestra historia, con nuestro sonido, nuestras melodías.
LA TEORÍA NO NOS DA INSTRUCCIONES PARA LA CREACIÓN DE MÚSICA, SÓLO PUEDE EXPLICAR POR QUÉ Y CÓMO ALGUNAS COSAS FUNCIONAN Y OTRAS NO.
Continuará…
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